En solo cinco días, los armeros se medirán a dos grandes equipos europeos; el miércoles al Sevilla y el domingo en Ipurua al Barcelona
Hay contados equipos que puedan pensar que alguno de los partidos de Primera pueda ser calificado como fácil, pero evidentemente el Eibar no es uno de ellos. Para los armeros cada cita es un examen que pone a prueba su fortaleza, pero es innegable que hay asignaturas que se le dan mejor, o que al menos se antojan más asequibles. La semana que le espera al conjunto azulgrana es de lo más compleja, puesto que se apresta a escalar dos paredes que provocan vértigo solo con pensar en ellas.
No ya ganar, sino solo el hecho de puntuar ante equipos como el Sevilla o el Barcelona no está al alcance de cualquiera. La lógica juega contra los armeros ante estas dos escuadras, pero también es de esos dos choques en los que el humilde no tiene nada que perder y sí mucha confianza y moral que ganar.
El miércoles, en solo unos pestañeos, le espera (20.00 horas) un Sevilla que no puede permitirse lujos si no quiere que le birlen la sexta plaza europea que ocupa ahora. Y el domingo, aún con la comida en la boca, recibirá a las 16.00 horas a un Barcelona que camina plácidamente hacia un nuevo título de Liga sin que nadie logre toserle.
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